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XX

Tu corazón es sabio, tiene cosas que decirte.
Para aprender es preciso equivocarse,
pero también averiguar pronto
que hay error donde no está tu sueño.
Pues la verdad se hace con los días
y añade con paciencia el sentido de algo nuevo.


XVII

Llegará el tiempo en que no harán falta las palabras,
concluido por fin el camino de regreso.
¿Y qué de los nombres de Dios?
Allí estaba la mirada. La mirada, no el ojo,.
Tu pureza no está hecha de exclusiones.
El otro es el espejo de ti mismo
y te regala la imagen de algo tuyo.


(CARMEN BAROJA, Libro de la Torre)



XXV

Nadie entenderá la grandeza de tu juego.
Apura sin temor la hora que se escurre
tras los flecos del tiempo que te seca los labios
y que bebe en tu sangre el placer de mañana.


(CARMEN BAROJA, Libro de Ainakls)