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Estava llegint la tirallonga d’explicacions pertinents quan de sobte ha aparegut el poema Copos Negros i m’ha emocionat un no dir, un Everest de pells de gallina, de plenitud de llagrimal, de ganes de tornar-hi pels descosits. Potser sí que val la pena tenir en compte l’hermenèutica, al capdavall. En Celan tot és tan matemàtic i tan "esquinçador", tan alemany i anti-alemany, tan tendre i esfereïdor, tot està tan al seu (des)lloc, tan recargoladament bonic i trist, tan despullar l'hivern, tot es tan i tan es tot, tan, tan Celan, tan ufff...
Fa uns dies em plantejava que el tema de l’autor influeix decisivament en la magnitud de l’obra de l’autor (el “mestratge” de l’autor el dóno ja per suposat). Tot això ho pensava al tren i potser és una mica obvi, no sé, però no se m’havia acudit plantejar-me el tema de l’obra de Celan més enllà de “l’excusa” per poder crear els seus poemes, suposo que una mica a la manera que m'ho plantejo en mi mateix, ja se sap, “se cree el ladrón que son todos de su condición”. Pensava: en el cas de Celan la magnitud del "tema” que li va tocar viure, l’extraordinarietat dels successos que es van esdevenir al seu voltant és el que li dóna la gran magnitud a la seva obra. La poesia és indissoluble de la seva “vida” (també de la seva mort). La successiva descomposició i aniquilació del seu entorn va ser la que va significar a Celan com a poeta, la que li atorga un lloc des del que poder “parlar” (casi millor “quequejar”), la impossibilitat com a única forma de testimoniatge, una profunditat i gravetat tipus “la escritura o la vida” (i ni així) que travessa i traspassa i travessa i traspassa la pròpia gravetat i profunditat i al final costa saber on estàs -o almenys costa explicar-ho. Recordo la primera carta de Rilke on aquest insta al jove poeta a que deixi de fer cas de cenacles i derivats i es pregunti realment el perquè de l'escriure i si li cal escriure, que s’ho plantegi de veres, profundament, si pot viure sense escriure o realment és una expressió indefugible d’ell mateix i, automàticament, em ve al cap Celan com un segell gegant timbrat amb força al mig de la carta de Rilke.
Que m’hagi flipat estirant fils a Copos Negros no treu que deixi de creure en una lectura més general i no erudita de Celan, en obrir el llibre sense saber-ne un borrall (d’erudició, no de poesia -cal haver-ne llegit-, s’entén) i trobar-hi versos genials, petites xispes com dos focus de cotxe que sobresurten d’una boira rara rara, i trobar que és possible (i necessari) llegir Celan a diferents nivells (resulta la mar d'interessant pensar en tot el ventall de "noves" connexions possibles que pot provocar en lectors que no siguin "experts" en la matèria, que no tinguin un coneixement intel·lectual previ de l'obra del poeta que pot acabar per ser limitador -en tant que ofegui a la pròpia "poesia" el poema-). No sé, volia fer unes notes aclaratòries i no tinc clar haver-ho aconseguit, no hi perdré més temps per ara, hi ha altra feina que em reclama. Tampoc voldria excedir-me i pecar de pedant (es podria parlar d’Edip i psicoanalisi, del “para tu niño” com a mirall de la pròpia poesia de Celan -la del poema com a missatge llençat al mar-, o resseguir el llibre de Caner i la fulla de la morera dins la tradició literària fins arribar a Ovidi i a allò de “Y tu, árbol [...] conserva las señales de nuestra ruïna, y ten siempre frutos negros y propios para el luto, en memoria de nuestra doble sangre” o amb el fet que la fulla se la mengin els cucs de seda per després poder-ne fer seda, és a dir, de la necessitat de menjar-se la fulla, de fer-la desapareixer per poder teixir el propi poema, es podria divagar també sobre si el tema de la neu de Celan pot remetre o no a la de Els morts de Joyce, etcètera) ni fer veure que sé coses que no sé, així que millor adjunto el poema de Celan i un fragment de la continuació del llibre en qüestió:
COPOS NEGROS
Nieve ha caído, sin luz. Una luna
hace ya o dos que el otoño bajo el hábito de monje
mensaje me trajo también a mi, una hoja de laderas ucranianas:
“Piensa que también es invierno aquí por milésima vez ahora
en la tierra donde la más ancha corriente fluye:
la sangre celestial de jacob, bendita por hachas...
Oh hielo de arrebol no terrenal –vadea su Hetman con todo
el séquito en los soles lejanos... niño, ay un paño,
para envolverme dentro cuando destellen los yelmos,
cuando el témpano, el rosado estalle, cuando nevos espolvoree el [esqueleto
de tu padre, bajo los cascos se destroce
el canto de los cedros...
Un paño, un pañito sólo, chico, que yo guardo
ahora cuando aprendes a llorar a mi lado
la angostura del mundo que nunca verdea, niño mío, para tu [niño.”
Me sangró, madre, el otoño, me quemó la nieve:
busqué mi corazón para que llore, encotré el aliento, ay, del [verano,
era como tú.
Se me vino la lágrima. Tejí el pañuelo.
El poema fue escrito con motivo de la muerte del padre de Celan en el campo de concentración de Michailowka en el otoño de 1942. La madre, que consiguió hacer llegar la notícia a su hijo Paul, murió un año más tarde, en invierno de 1943, asesinada de un tiro en la nuca. Celan tuvo noticia de la muerte de la madre por un amigo que logró huir del campo de concentracion. En el poema Copos Negros se habla, como en El solitario, insistentemente de un paño. Pero lo que más sorprende es volver a encontrar la constelación de motivos que ya conocemos de Du darsft: la transición del verano al invierno, la nieve, la hoja, la naturaleza en forma humana y el acto de acpetación de un encargo o convite.
Copos negros consta de tres estrofas. La primera i tercera forman un marco en el cual se presenta de un modo esquemático un paisaje otoñal que, primero, actúa como portador de unajoja que presiente como un tiempo que se extiende entre el aliento veraniego y la nieve dolorosa. La estrofa central es la hoja con el mensaje materno. El acontecimiento histórico que marcará el destino del yo lírico es interpretado como un acontecer de la naturaleza que supera y trasciende las dimensiones humanas. La realidad ha adquirido una dimension mítica con la que el yo lírico debe establecer un vínculo que sólo a través del diálogo podrá llegar a realizarse: la poesía es la palabra que responde a la mala nueva que el otoño ha traído con su severidad monacal. El marco formado por la primera y última estrofas de Copos negros és, por cierto, análogo a las dos estrofas del poema El solitario en las que se explica el paso o transición de que es objeto de donación por parte del otoño –un tiempo que en ambos poemas es el sujeto la acción- a un yo que toma finalmente la iniciativa. En el primer poema [El solitario]solo recoge el pañuelo, en el segundo, el yo lírico incluso teje el paño cuando adviene la lágrima. En lugar del previsible duelo por la muerte del padre, el yo lírico de Copos negros se concentra en el recuerdo de la madre y en atender la súplica expuesta en su mensaje. La seguna y más extensa estrofa contiene, entre comillas como si de una cita se tratara, el mensaje de la madre, esa “hoja de laderas ucranianas”. La hoja comunica la violenta muerte del padre, pero transmite también la desesperada súplica de la madre que pide un paño con el que ocultarse y protegerse y con el que pueda fundar una peculiar unión entre ella y su hijo. Esta comunidad que surge de la muerte y la amenaza está al servicio de una aprendizaje y de una transmisión.
La referencia a la figura de Jacob, que junto a Abraham e Isaac es uno de los tres grandes patriarcas judíos, ilumina la ambigüedad y dificultades inherentes a la súplica materna para el yo. Las herodad recuredan la ambigua herida de Jacob. Como consequencia de su lucha con Dios, jacob cojeará el resto de sus días. Pero esta dolorosa marca es tambien el recuerdo de uan bendición y el don de un nuevo nombre: Istrael. El tiempo y el espaci del mensaje materno presentan una característica indefinición entre el acontecimiento actual y la entera historia del pueblo perseguido ya que el mensaje materno comunica la muerte del padre sionista pero rememora también la muerte de los judíos a manos de los cosacos en el siglo XVII.
La misma ampliación se produce respecto el espacio: “la mas ancha corriente”, a cuyas orillas murió el padre, es inseparable de la sangre del pueblo de Israel, cuyo nombre procede de Jacob. El invierno de 1942 se convierte en los mil inviernos de todas las persecuciones sufridas. Y la misión del poeta consiste en ser memoria y testimonio de todas las muertes y todos los invierno recordando esa muerte concreta a orillas del Bung.
Una cuestión fundamental sobre la cual va a girar la obra de Celan es precisamente la determinación del lugar desde el cual será posible el decir poético acerca de la destrucción del pueblo judío, una pregunta que incluye también la duda sobre la legitimidad de la difícil funciñon testimonial En el contexto concreto en el que ahora nos encontramos esta determinación significa pensar en relación entre el yo lírico y esa nieve que se arremolina y gira silenciosa alrededor de la víctima silenciada del terror nacionalsocialista. Sólo a través de la búsqueda de ese lugar propio desde el cual respondar a la llamada y a la exigencia de la madre va a ser posible e ineludible a la vez que cuestionable”.
Gadamer lector de Celan, ROBERT CANER
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2 comentaris:
Feia temps que no et llegia. T'he trobat a faltar.
D'això, em pica la curiositat: et refereixes a les teves visites al bloc o als posts que vaig depositant últimament?
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