21 d’oct. 2014

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EL RAYO VERDE
  
Verde rico casi mar, pájaro trigo,
el bosque donde nos gustaría perdernos, olvidarnos.

Saben a musgo sus ojos,
una lírica pereza la de rumiar bajo las estrellas el color a bocados,
respirar la malva demora que traen los bueyes azules en el costado.

Entre los montes plomizos,
la golosina velada que admite el silencio escrito en la arena;
más arriba, bajo una celosía fatigada de incienso y sal,
descienden paracaídas de clorofila.

Tiene de limón la mirada cuando la tristeza viste transparencias,
desnudos nenúfares en la yema rasgada del estanque desolado.

A veces mineral, otras: oxígeno.

Arde la dulce marihuana de su iris.


(JUAN CUEVAS, Poemaria)