10 de des. 2015

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Siempre se puede imaginar que se ayuda a corregir la injusticia social sin poner en riesgo nuestro filisteísmo literario. La literatura, en cambio, tendría que ser capaz de criticar los usos dominantes del lenguaje. De esa manera la literatura sería una alternativa a los manejos del lenguaje y a los usos de la ficción por parte del Estado. Por ahora un escritor en Argentina es un individuo inofensivo. Escribimos nuestros libros, los publicamos. Se nos deja vivir, tenemos nuestros círculos, nuestro público. ¿Cómo lograr entoncecs una eficacia con lo único que sabemos hacer? Todo debe estar centrado, para decirlo otra vez, en los usos del lenguaje. De este modo los contenidos tendrán un efecto distinto. No importa el tema sino el tipo particular de construcción y circulación de lo que hacemos.

(RICARDO PIGLIA, Diarios de Emilio Renzi, -pg 156-)